Quinto álbum de este fabuloso sexteto de Nottingham, y cuarto en el sello de Mineápolis Words On Music. Nueve canciones de indiepop orquestal, en la onda de grupos como BELLE & SEBASTIAN o CAMERA OBSCURA, y es que es indiscutible que “Wayne Mills” recuerda enseguida al “Sleep the clock around” de Stuart Murdoch y compañía, incluso con esa línea de trompeta a cargo de Andy Mellon (BELLOWHEAD, Damon Albarn), hacia el final de la canción. Aunque ello no tiene por qué suponer un punto en su contra, ya que el grupo liderado por el matrimonio de vocalistas Mark Rolfe y Sharon Cohen-Rolfe saben tejer extraordinarias composiciones de slow pop llenas de una sensibilidad abrumadora, a base de guitarras aterciopeladas, sintetizadores analógicos, extraordinarios arreglos de cuerda y pinceladas muy sutiles de electrónica. Incluyen una versión del “Smothered in hugs” de GUIDED BY VOICES, con un aire muy distinto a la original.
Mis favoritas:
1. Wayne Mills.
2. London’s leaving me.
3. Bigger than sound (and greater than us).
Segundo álbum del excelente cuarteto californiano de noise-pop luminoso y atmosférico. El disco fue grabado a los mandos de Jim Fairchild (GRANDADDY, EARLIMART,…), y está compuesto por 10 excelentes canciones, quizás algo menos envolventes que las de su debut, y sí más inmediatas, aunque con esos tonos oscuros que pueden recordar al ‘Darklands’ de THE JESUS & MARY CHAIN. Es en “Sink into stone” o “Pause” donde se acercan más a sus comienzos, con esas atmósferas densas de melodías y guitarras. Cuando suenan más pop, en la primera mitad del disco, se acercan más al sonido de THE SHINS, pero yo sigo prefiriendo a los MEETING PLACES más circulares, siniestros y evocadores, los que facturan canciones tan redondas y emocionantes como “Pause”, “Sink into stone”, “Numbered days” o “Cardboat robot”, entre otras, que recuerdan más al sonido de su primer disco, y a grupos como MY BLOODY VALENTINE o SLOWDIVE, quedando demostrado y plasmado su talento en poco más de media hora.
Mis favoritas: 1. Pause.
2. Sink into stone.
3
Population pharmacokinetics indicated a reduction in sildenafil clearance when co-administered with CYP3A4 inhibitors (such as ketoconazole, erythromycin, and cimetidine).and Opinion Research Institute (MORI) of London in 1998, natural viagra.
Siguiendo con la tónica de reediciones que hace Words On Music de vez en cuando de grupos pop e indie-pop de los 80, aquí va la del álbum que THE LUCY SHOW editaron en 1986 en el sello Big Time, al que añaden 7 bonus tracks en esta reedición, de los cuáles, 5 de ellos nunca habían sido editados hasta ahora, más el vídeo-clip de “A million things”, lo que suma un total de 17 temas más el vídeoclip. Entre los temas extra encontramos algunos en directo, otros en formato maqueta, incluso la mezcla original de “A million things”. El grupo londinense publicó 8 singles, 1 ep y 2 álbumes entre 1983 y 1988, y desde entonces sus discos han estado descatalogados. La producción corrió a cargo de John Leckie (NEW ORDER, THE STONE ROSES, RADIOHEAD, TRASHCAN SINATRAS, FELT), de ahí ese sonido tan mágico y a la vez contundente, donde las melodías brillan sobre las bases, con ese sonido tan típicamente ochentero, cercano a los primeros REM, o los JESUS & MARY CHAIN del ‘Darklands’, incluso a los CURE menos tétricos: bajos hipnóticos, armonías vocales deudoras de los BEACH BOYS (a veces sumándose como capas) y guitarras pobladas de reverbs son los ingredientes con los que THE LUCY SHOW creaban sus canciones. Un grupo que desconocía pero que me ha agradado bastante conocer gracias al buen gusto de Words On Music al reeditarlo. Un disco muy recomendable!
Mis favoritas:
1. A million things (video).
2. Part of me now.
3. Melody.
Nuevo álbum del grupo de Norwich, con 9 fantásticas y emocionantes canciones que se mueven en esas coordenadas entre el dreampop y el shoegaze, y que recuerdan por igual a THE VELVET UNDERGROUND, DRUGSTORE y SIGUR RÓS, permaneciendo ajenos a cualquier escena actual, y continuando con esa propuesta intimista y personal, con esas atmósferas y esa susurrante voz que parece acariciarte las entrañas. Discretos detalles electrónicos en ocasiones, y preciosistas arreglos de cuerda en otras (casi todas), aderezan las ya de por sí bellas melodías que consiguen trasladarte a un mundo de fantasía arrancándote nuevas emociones en cada escucha, y es que muchos de esos detalles no se descubren hasta poner el cd varias veces. La melodía de “Shy away” me recuerda por momentos a una versión narcótica del “Like a virgin” de MADONNA, llevada a su terreno. La música de FIEL GARVIE sigue evocando lugares inverosímiles y paisajes crepusculares llenos de ensoñaciones cálidas y agradables. La exquisita voz de Anne Reekie, susurrante y etérea, continúa siendo el pilar básico y el vehículo principal con el que consiguen transmitirnos con extrema delicadeza y sensibilidad el mundo inventado que nos dibujan. El mejor disco de su carrera hasta la fecha.
Aunque hoy están de moda los álbumes-tributo, la mayoría de estos homenajes son a ciertos grupos, incluso los hay a un álbum en concreto, pero lo que ya es difícil es encontrarse un disco de tributo a una sola canción, y que encima éste cuente con un resultado excelente, y no caiga en lo repetitivo. Pues bien, este disco es uno de esos (desconozco si hay más), un tributo a la canción “Outdoor miner” de WIRE, que salió en el año 1979, editada en single 7”, y también incluída en el álbum “Chairs missing”, con una de las letras menos comerciales de la historia, que versa sobre un insecto que se come la clorofila, pero que sin embargo goza de una melodía azucarada y pop, sencilla y certera, que aquí se han encargado de rememorar hasta 19 grupos de hasta 5 países (Alemania, USA, UK, Canadá y España), sí, hasta nuestros valencianos POLAR participan en este especial homenaje con una conmovedora versión ralentizada, en su estilo, con el sonido del farfisa como elemento distintivo. Así, podemos observar el carácter tan versátil de esta magnífica canción, que aquí ha sido llevada al folk (por SHARRON KRAUS), al blues (CHRISTIAN KEIFER), al punk (por los alemanes BOY DIVISION), al post-rock (por TIMONIUM), al noise-rock (por FLYING SAUCER ATTACK), al twee-pop (por LAURA WATLING), al dream-pop (por los canadienses TITANIA), al terreno de las baladas orquestales intimistas (por ABOVE THE ORANGE TREES), y hasta hay una versión instrumental, cuya melodía es conducida por un clarinete, a cargo de SHOULD. Aparecen artistas del sello, como THE MEETING PLACES, pero también clásicos del brit-pop como LUSH. El álbum la abre una interpretación acústica a cargo de ADAM FRANKLIN, líder de SWERVEDRIVER. También participa el nuevo proyecto de Carlos Forster (FOR STARS), llamado KICK ON THE FLOODS, con una preciosa versión con armonías deudoras de THE BEACH BOYS. En definitiva, un excelente homenaje que roza la hora de duración total, y que cuya versatilidad de la canción elegida, hace que el álbum no se haga aburrido en ningún momento. Una delicia de disco en la que más del 80% de los grupos satisfacen las expectativas con sobresaliente.