Séptimo álbum de la fantástica banda neozelandesa liderada por Martin Phillipps, un tipo que anda sobrado de talento para facturar álbumes mayúsculos como este ‘Scatterbrain’, que contiene diez formidables canciones que se pasan en media hora. Tres años después de ‘Snowbound’, THE CHILLS nos vuelven a sorprender con un álbum lleno de inspiración, aunque quizá con un tono más reposado que aquél. Canciones pluscuamperfectas, algunas de las cuáles con un aire épico que las hacen parecer verdaderos himnos como “Destiny” o “You’re immortal”. ‘Scatterbrain’ es una reflexión honesta y madura sobre la vida y sobre el destino, a cargo de un artista que lleva más de cuatro décadas al frente de THE CHILLS y que ha alternado momentos dulces en su vida con otros al borde del caos total. Con una producción pulcra y brillante, la mítica banda de Dunedin acaba de regalarnos otro álbum sobresaliente.
Tres años después de su anterior trabajo, ‘Silver bullets’ (Fire, 2015), nos llega un nuevo y fantástico álbum de la banda neozelandesa liderada por Martin Phillipps, un tipo al que parece que nunca se le agota la inspiración para regalarnos apasionantes y arrolladores hits del mejor pop que se ha hecho nunca. ‘Snow bound’ contiene diez perlas de apasionante pop de guitarras de melodías imperecederas y estribillos redondos, con un perfecto equilibrio entre brillantes guitarras y teclados. Su música suena elegante y luminosa. Es de los pocos grupos que empezaron hace más de tres décadas y que se mantienen en lo más alto a base de buenas canciones de atmósferas radiantes que rebosan buen rollo y un increíble derroche de vitalidad. ‘Snow bound’ es uno de esos trabajos que quizá cueste buscar una canción que sobresalga sobre el resto, pero que es tan bueno, que te gusta ponértelo entero varias veces, y cuanto más mejor. Apenas sobrepasa la media hora, y deja con ganas de mucho más, y es que pocos discos he escuchado tan bonitos últimamente como esta joya llamada ‘Snow bound’.
Mis favoritas:
1. Bad sugar.
2. Complex.
3. Time to atone.
…Y el famoso festival de Barcelona sigue creciendo, y ya se puede considerar como el referente del sur de Europa. Cada vez más, legiones de guiris acuden al festival, atraídos por la calidad del cartel así como por el clima y la ciudad. Este año creo que el público extranjero incluso superaba en número al español, gente procedente sobre todo de Italia, UK, Francia, Alemania,… Las fechas han cambiado (definitivamente?) a una semana más tarde, lo que se traduce sobre todo en un mejor clima. Para esta edición además se agotaron los abonos y las entradas de día con varios meses de antelación, y todo por la presencia de RADIOHEAD en el cartel, en el único concierto que iban a hacer este año en nuestro país.
Como viene siendo habitual, al festival lo quiero y lo odio a partes iguales. Podría decir incluso que este año me he reconciliado algo más con el festival, debido a un cambio de estrategia de afrontamiento, que consistía en ver menos conciertos, pero verlos enteros, y disfrutarlos al máximo.
Este año viajé el miércoles, cogiendo un avión justo al salir del trabajo, para llegar a SUEDE, uno de mis grupos favoritos de toda la historia.
Les odio porque siguen cobrando a la prensa por hacer su trabajo, a la que acreditan, claro, porque a la prensa especializada y fiel de todos los años, la de los fanzines, la ignoran. Y es que miran el negocio a la par que la música. Es cierto que en este festival no creo nunca que toquen grupos como VETUSTA MORLA o SUPERSUBMARINA, y es que siguen cuidando mucho el aspecto musical, ya no sólo en calidad, sino también en cantidad. Eso sí, con gran apertura de miras, ofreciendo una variedad estilística muy amplia, entre la que encontramos pop, rock, hip-hop, electrónica, metal, folk, etc…
También les odio por ese escenario llamado Hidden Stage en el que tan sólo caben 600 personas, y que tienes que ir a antes de las cuatro a hacer cola para sacar tickets para ver a algunos de los mejores grupos del festival, como LUSH, Bob Mould, PEACHES o CAT’S EYES, este año. Son grupos que congregan a más de 600 personas, así que no sé por qué putean a los fans de estos grupos de esta forma. Este año se llevaron también el escenario electrónico Bowlers a la playa, aunque yo no lo llegué a pisar. Es un festival en que si no sabes organizarte te agobias y acabas odiándolo de por vida. Y es que aunque meses antes ves muchas golosinas en forma de artistas añadiéndose al cartel, cuando ves el horario definitivo, te das cuenta de que muchos grupos de los que quieres ver coinciden a la misma hora entre los más de diez escenarios con oferta musical… Cierto es que las bandas más grandes, como RADIOHEAD, colapsaron una zona del festival (la más lejana), pero a la vez dejaron a otros escenarios con más espacio para poder disfrutar de grandes conciertos de esa forma.
Miércoles, 1 de Junio de 2016.
SUEDE. Llegué a tiempo de ver a una de mis bandas favoritas de todos los tiempos, SUEDE, que tocaron por partida doble, el miércoles en el Fórum, concierto gratuito, y al día siguiente en el Auditorio, interpretando su reciente disco ‘Night thoughts’. Al ser gratis, el Fórum estaba abarrotado de gente, lo que hizo que tuviera que intentar disfrutar del concierto desde la lejanía, eso sí, se marcaron un repertorio de lujo, como suelen hacer en festivales: “Outsiders”, “Killing of a flashboy”, “Trash”, “Filmstar”, “Animal nitrate”, “We are the pigs”, “Everything will flow”, “The drowners”, “Still life”, “So young”, “Metal Mickey”, “Beautiful ones”,… y un bis que empezaron con una versión acústica de “She’s in fashion” y que remataron con “New generations”. Al sonido la faltaban decibelios, quizá también por mi situación a tantos metros del escenario.
Suede
YOUNGHUSBAND. Tras el Fórum tocaba irse a la Apolo y a La 2 de Apolo a disfrutar del resto de conciertos de esta primera jornada… Allí llegamos a tiempo de disfrutar, por segunda vez en menos de tres meses (ya me sorprendieron en el Wales Goes Pop de Cardiff en Semana Santa), de los londinenses YOUNGHUSBAND, que mezclan pop y psicodelia guitarrera con mucho gusto y sutileza.
Younghusband
SUUNS. Tras ellos, SUUNS dieron un conciertazo, gozando de un gran sonido y una maravillosa puesta en escena, y sin olvidarse de ese gran hit que es “2020”. Por allí vimos a componentes de WHITE REAPER, que tocarían por partida doble al día siguiente.