THE SUNCHARMS son un quinteto de Sheffield formado por Marcus Palmer (voz), Matt Neale (guitarra), John Malone (guitarra), Richard Farnell (bajo) y Chris Ridley (batería). Estuvieron activos desde 1989 a 1993, tiempo en el que sacaron un par de EPs en vinilo 12” en el sello Wilde Records, que ahora el sello Cloudberry se encarga de reunir en un CD añadiendo seis temas en formato maqueta para este recopilatorio, temas estos últimos que iban a formar parte de un álbum de debut que nunca se llegó a publicar. THE SUNCHARMS comenzaron llamándose THE EUNUCHS, pero cambiaron el nombre a THE SUNCHARMS por recomendación de, entre otros, David Gedge (THE WEDDING PRESENT). En este CD nos encontramos con un total de 14 canciones: las ocho de sus dos EPs publicados en 1991, “The Suncharms EP” y “Tranquil day EP”, más las seis demos, todos ellos temas de shoegaze de guitarras llenas de fuzz deudor de bandas como RIDE, CHAPTERHOUSE o CATHERINE WHEEL (con quiénes compartían sello).
Mis favoritas:
1. One I see.
2. Tranquil day.
3. Verge of tears (demo).
Otro discazo más de uno de los mejores crooners de nuestro tiempo, y ya van ocho. Contiene once canciones de impecable factura grabadas en su estudio casero, ‘Disgracelands’, canciones que han sido producidas por él mismo y por Shez Sheridan y Colin Elliot
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. En él encontramos temas rock de gran intensidad en los que saca su vertiente más eléctrica, como “Which way”, “Heart of oak” o “Long time down”, y otros en los que se vale con una mínima percusión, un piano o una guitarra con trémolo, y su gran voz, para sacar adelante una gran canción de corte más intimista pero alto poder envolvente, como es el caso de “Nothing like a friend”, “Serenade of blue” o “Tuesday pm”, y es que en esta faceta de medios tiempos atemporales, el ex-PULP y ex-LONGPIGS se sigue desenvolviendo como nadie. El disco está poblado de minuciosos arreglos que embellecen el conjunto pero sin llegar a la sobreproducción en ningún momento. El título del disco lo debe a una zona de Sheffield en la que vivió la familia de Hawley entre los siglos XIV y XVII y que sirvió, en los años 50, como localización de un hospital psiquiátrico. ‘Hollow meadows’ está plagado de brillantes baladas con un gran poder emotivo, como “Nothing like a friend”, en la que colabora Jarvis Cocker (PULP).
Mis favoritas:
1. I still want you.
2. Which way.
3. My heart of oak.
Tras un par de 7” publicados hace ya algún tiempo, ‘Everything I do is gonna be sparkly’ (Atomic Beat, 2007), y ‘Platform zero’ (Lostmusic, 2008), por fin ve la luz el álbum de debut de este chico de Sheffield, un precioso disco con una decena de gemas de pop acústico, con tan sólo una guitarra (o en su defecto, un ukelele) y su maravillosa voz, pero con una calidad apabullante, y unas letras la mar de interesantes, y es que si se me pasan tan rápidamente estas diez canciones, con los pocos ingredientes que contienen, sólo puede ser por el enorme derroche de talento e inspiración del también vocalista y guitarra de THE SWEET NOTHINGS, un tipo con una exquisita sensibilidad musical que le hace escribir sublimes joyas de pop inmaculado como las diez que aparecen aquí, piezas emocionantes que han sido grabadas y mezcladas en Leeds con Ben Siddall (THE LODGER), que ha aprovechado también para grabar alguna guitarra. El disco no tiene desperdicio. En “Let it go by” me recuerda al gran Stephin Merritt. En “Bright horizon” al no menos grande Luke Haines. “Tell me” es un peoma de la poetisa inglesa Elizabeth Jennings, a la que Pete le ha puesto música. “Fun to pretend” es una versión de THE DEIRDRES. Una excelente colección de canciones de pop llenas de emoción y melancolía, que ponen la piel de gallina, y eso que a mí un disco entero de pop en este formato tan desnudo suele aburrirme y lo quito a los pocos instantes o bien le doy para adelante continuamente, y con éste no sólo es que no pueda hacerlo, sino que deseo ponerlo una y otra vez, y cada vez acabo cantando más esos estribillos redondos como los de “They played my song on Radio 1”. Un ejemplo de cómo un álbum puede ser todo un discazo sin necesidad de llevar batería y guitarras eléctricas. Un trabajo impresionante, y es que creo que es mi disco favorito de este género musical.
Mis favoritas:
1. Let it go by
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.
2. Pilot light.
3. They played my song on Radio 1.
THE MINI SKIPS son un dúo de Sheffield formado por Vinnie (ex-THE SWEET NOTHINGS y MARYGREENES) y por Markie (ex-PARALLELOGRAMS, VELODROME 2000, MARKIE PLAYS GIRLPOP!, y muchas más reencarnaciones)
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. En este sencillo de edición limitada en vinilo de color vino nos regalan dos canciones de indiepop de voces chico-chica, con estribillos redondos y tarareables, y reminiscencias a los años ‘60 y a películas como “Flashdance” o “Grease”.
Normalmente una fiesta de presentación suele celebrarse antes de un evento, pero en este caso, se organizó una fiesta Indietracks al día siguiente del festival, un concierto con 3 grupos que habían estado tocando allí. Dio comienzo, con poca puntualidad británica, la compositora, vocalista y guitarrista de GO SAILOR, Rose Melberg, tan sólo ella con su guitarra acústica, para romper el hielo en una sala en la que no había más de 30 personas. En un clima recogido e intimista, nos maravilló con su dulce y privilegiada voz y con canciones del repertorio de sus antiguas bandas, como THE SOFTIES, BRAVE IRENE o TIGER TRAP, además de alguna versión. Resultaba una delicia disfrutar de esas canciones en ese ambiente tan especial. Tras ella, se subió al escenario Markie (de THE PARALLELOGRAMS, THE MINI SKIPS y VELODROME 2000), con su proyecto MARKIE PLAYS GIRLPOP!, que en realidad es él mismo con una guitarra acústica interpretando versiones de grupos de chicas, y que a veces invitaba al escenario a alguna colaboradora, para hacer coros, como Vinnie Ransome, de THE SWEET NOTHINGS. Aunque poco original, resultó divertido y entretenido, dando pie a la actuación de la noche, la de GO SAILOR. Rose, Paul y Amy hicieron un repertorio muy similar al del festival, pero sin lluvia y mucho más cercano, como si te tocaran en el salón de tu casa. Un acierto haber asistido a esta fiesta de “prolongación” del espíritu Indietracks.
A destacar: Alucino cómo pudo ir tan poca gente para ver a un grupo como GO SAILOR, que por primera vez tocaba en Europa, con el plus de ver a Rose Melberg interpretar canciones de sus ex-grupos. Al menos el público permaneció atento y silencioso en todo momento. No me quiero ni imaginar que ese concierto se hubiese celebrado por aquí.
Tras un par de 7” publicados hace ya algún tiempo, ‘Everything I do is gonna be sparkly’ (Atomic Beat, 2007), y ‘Platform zero’ (Lostmusic, 2008), por fin ve la luz el álbum de debut de este chico de Sheffield, un precioso disco con una decena de gemas de pop acústico, con tan sólo una guitarra (o en su defecto, un ukelele) y su maravillosa voz, pero con una calidad apabullante, y unas letras la mar de interesantes, y es que si se me pasan tan rápidamente estas diez canciones, con los pocos ingredientes que contienen, sólo puede ser por el enorme derroche de talento e inspiración del también vocalista y guitarra de THE SWEET NOTHINGS, un tipo con una exquisita sensibilidad musical que le hace escribir sublimes joyas de pop inmaculado como las diez que aparecen aquí, piezas emocionantes que han sido grabadas y mezcladas en Leeds con Ben Siddall (THE LODGER), que ha aprovechado también para grabar alguna guitarra. El disco no tiene desperdicio. En “Let it go by” me recuerda al gran Stephin Merritt. En “Bright horizon” al no menos grande Luke Haines. “Tell me” es un peoma de la poetisa inglesa Elizabeth Jennings, a la que Pete le ha puesto música. “Fun to pretend” es una versión de THE DEIRDRES. Una excelente colección de canciones de pop llenas de emoción y melancolía, que ponen la piel de gallina, y eso que a mí un disco entero de pop en este formato tan desnudo suele aburrirme y lo quito a los pocos instantes o bien le doy para adelante continuamente, y con éste no sólo es que no pueda hacerlo, sino que deseo ponerlo una y otra vez, y cada vez acabo cantando más esos estribillos redondos como los de “They played my song on Radio 1”. Un ejemplo de cómo un álbum puede ser todo un discazo sin necesidad de llevar batería y guitarras eléctricas. Un trabajo impresionante, y es que creo que es mi disco favorito de este género musical.
