LAETITIA SADIER – “Rooting for love” CD / LP (Drag City, 2024)
Nuevo álbum de la vocalista de STEREOLAB, con diez preciosas joyas con todos los exquisitos ingredientes sonoros a los que nos tiene acostumbrados: órganos, guitarras, sintes, trombones, vibráfonos, una mezcla de baterías acústicas y programadas, y maravillosas armonías vocales a cargo de lo que ella llama The Choir, mezclando coros masculinos y femeninos, que le dan un punto etéreo y ensoñador a unas composiciones excelentes y sobrecogedoras, a veces más cerca del pop y de la chanson francesa y otras más experimentales, pero siempre llenas de magia y dejando al oyente con ganas de más.
Noveno disco de la banda británica liderada por el gran compositor Alasdair MacLean. Han pasado seis años desde aquel ‘Music for age of miracles’ (Tapete / Merge, 2017). ‘I am not there anymore’ es un disco doble, con un total de 19 temas y más de una hora de duración. THE CLIENTELE siguen fieles a su estilo, regalándonos un álbum sublime de chamber pop con melodías llenas de nostalgia y preciosistas arreglos de diversos instrumentos, y es que durante estos últimos años Alasdair confiesa haber descubierto Ableton y todas las posibilidades que le ha dado a la hora de crear líneas melódicas, introduciendo ritmos e instrumentos nuevos y ampliando de esta forma la paleta de sonidos e influencias del grupo, enriqueciendo el universo sonoro de la banda. Los arreglos de cuerda y vientos están presentes en casi todas las composiciones. El disco comienza con “Fables of the silverlink”, una maravillosa sinfonía de más de ocho minutos de pop psicodélico y de cámara que cuenta con la voz de Alicia Macanás, que incluye incluso algún verso en castellano. Los referentes sonoros son ricos y diversos: desde THE HIGH LLAMAS a Louis Philippe, pasando por THE KINKS, THE LEFT BANKE, BELLE AND SEBASTIAN, Nick Drake, BECK, LOVE o THE VELVET UNDERGROUND, aunque siempre con el sello de identidad de THE CLIENTELE. Además de las preciosas joyas musicales que hay en el disco, encontramos también pequeños interludios (“Radial B”, “Radial E” y “Radial H”, interpretadas al piano por Mark Keen), y hasta grabaciones de campo (“Segue 4 (iv)”). “My childhood” cuenta con unos versos recitados por Jessica Griffin (THE WOULD-BE-GOODS). El disco es realmente fascinante, uno de los mejores trabajos de THE CLIENTELE, sino el mejor, lleno de inspiración y con unos arreglos majestuosos.
Mis favoritas:
1. Fables of the silverlink.
2. I dreamed of you, Maria.
3. Lady Grey.
Antología de uno de los genios del pop de las últimas décadas, Edward Ball, un tipo que llegó a ser parte de TELEVISION PERSONALITIES, que co-fundó Whaam! junto a Dan Treacy (TELEVISION PERSONALITIES) y creó también Artpop! Records. Fue el mejor amigo de Alan McGee, por lo que también trabajó en Creation Records. En estos 3 CDs aparecen un total de 61 canciones de sus distintos proyectos musicales, desde los más punk y power-pop como ‘O’ LEVEL o TEENAGE FILMSTARS, hasta el indie-mod de THE TIMES, pasando por el rollo más dance de THE LOVE CORPORATION y también canciones en solitario firmadas como Ed Ball o bien como Edward Ball. Se incluyen temas conocidos como ese hitazo llamado “I helped Patrick McGoohan escape“, influenciado por la serie de TV “El prisionero”, una remezcla a cargo de Andrew Weatherall de una canción de más de diez minutos, “Give me some love” de LOVE CORPORATION, y hasta un tema inédito, “Song to the lighthouse”, un descarte de la banda sonora que hizo para la película “Edge” de Carol Morley en 2010. En fin, una exquisita colección de canciones para disfrutar y que han contado con el beneplácito de su autor.
Mis favoritas:
1. THE TIMES – I helped Patrick McGoohan escape (Single Version).
2. THE TIMES – Manchester (Single Version).
3. THE TIMES – Boys about town.
Segunda colaboración entre el ex-líder de THE AUTEURS, Luke Haines, y el guitarrista de REM, Peter Buck, a los que acompañan aquí Scott McCaughey, habitual compañero y colaborador de Peter Buck, y a la batería, Linda Pitman (también en los FILTHY FRIENDS de Buck y McCaughey). Tras la primera colaboración hace dos años entre estos dos privilegiados del pop, ‘Beat poetry for survivalists’ (Cherry Red, 2020), ahora nos llega este segundo álbum con diecisiete cortes que se reparten en un doble CD o doble LP. En ellos, el gran Luke Haines nos habla, con la fina ironía que suele ser habitual en él, de revindicaciones sociales, de Dios, de ovnis, etc… siempre con esa sobresaliente destreza del compositor británico. En el disco, además de guitarras, han jugado con la electrónica, con el ambient, la psicodelia, el garage, y con instrumentos como el melotrón, sintetizadores Moog, flautas, sitares, trompetas, diversos efectos sonoros, etc… Es bastante reconocible el acabado de las canciones, muy en la onda de anteriores trabajos de Haines o incluso algunos temas recuerdan también a la época de THE AUTEURS, por lo que resulta un álbum bastante interesante, lleno de talento y con una inspiración que parece que nunca se le agota. Como ellos mismos dicen, durante el confinamiento, ambos artistas se retiraron a un búnker de la guerra fría y grabaron este doble álbum/manifiesto en respuesta a la pregunta que da título al disco: ¿Por qué todos los chavales están súper desanimados?
Mis favoritas:
1. The skies are full of insane machines. 2. Psychedelic sitar casual. 3. You’re my kind of guru.
Noveno disco de Brett Anderson y compañía. Me gustan tanto que siempre sueño que el siguiente disco va a sonar a su homónimo primer álbum, o a ‘Dog man star’, incluso al ‘Coming up’, pero tras escuchar unos segundos caigo en la cuenta que eso no volverá a ocurrir, y que SUEDE son un grupo tan bueno que tienen repertorio de calidad suficiente como para vivir de las rentas, pero que actualmente no encuentran la inspiración tal y como la encontraban hace 25 ó 30 años, y cada disco que sacan es peor que el anterior. Cierto es que para éste han prescindido de los arreglos orquestales que tenían sus dos trabajos previos, resultando más directos y viscerales, pero ¿eso les sirve de algo? A mí me flipan sus himnos orquestados de los primeros discos, y aquí es cierto que musicalmente se muestran más desnudos, mostrando el equilibro entre las guitarras de Richard Oakes y los teclados de Neil Codling, que se pasean sobre la base rítmica creada por el bajista Mat Osman y el batería Simon Gilbert, con la voz de Brett siempre marcando el camino melódico. En la producción vuelven a contar con Ed Buller, considerado el sexto Suede, ya que ha producido muchos de los trabajos del grupo. A ver, si no suena mal el disco, de hecho, suena brutal; el problema es la falta de inspiración para escribir canciones superlativas como las de tiempos pasados, por lo que, por ejemplo, “Drive myself home” nunca podrá ser “The wild ones”, por muy épicos que se pongan. Por más que lo escucho, reconozco a SUEDE, pero a los SUEDE del siglo 21.
Mis favoritas:
1. She still leads me on. 2. The only way I can love you. 3. It’s always the quiet ones.
