A Caterina Barbieri la descubrí en el Primavera Sound 2019. La italiana afincada en Berlín hace una electrónica progresiva a base de jugar con sintetizadores analógicos, en la onda de artistas como el también italiano Alessandro Cortini, EMERALDS o incluso TANGERINE DREAM. ‘Ecstatic computation’ es su debut para Editions Mego, un disco con seis temas llenos de arpegios de sintetizadores modulares, creando un espectro analógico bastante peculiar e interesante, de atmósferas minimalistas y psicodélicas, para intentar jugar con la percepción del oyente. Se muestra hábil para crear complejos patrones con diferentes tonalidades para inducir estados de éxtasis y contemplación, de trance y alucinación a través de la distorsión del tiempo.
Mis favoritas:
1. Fantas.
2. Pinnacles of you.
3. Bow of perception.
Klara Lewis es una excelente compositora sueca de sonidos electrónicos de corte experimental. Es también la hija del bajista de WIRE, Graham Lewis. ‘Too’ es su segundo álbum, y lo componen nueve cortes de títulos monosílabos. Desde luego no se parece nada a la música que hace su padre. A ella le mola más el rollo del dark ambient. Y encima tiene gusto y clase para componer unas canciones deslumbrantes de corte casi claustrofóbico, a partir de loops, drones, samples, grabaciones de campo y manipulación digital de sonidos electro-acústicos, con una destreza asombrosa para dibujar densas atmósferas de alto impacto emocional. La música de Klara Lewis te invita a adentrarte en escalofriantes terrenos oscuros y solitarios
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. Las voces, cuando aparecen, son prácticamente ininteligibles. Algo similar ocurre con las percusiones, que son escasas de aspecto gaseoso y volátil. Un gran disco de una jovencísima artista muy a tener en cuenta.
Thomas Brinkmann es un compositor alemán de música experimental que nos regala aquí más de una hora de sonidos industriales, sin ningún otro fin que crear sensaciones en el oyente, en un oyente, desde luego, valiente para adentrarse en terrenos dónde la música, o los sonidos mejor dicho, están despojados de toda intencionalidad, de cualquier tipo de ornamentos. Los títulos de las once canciones son nombres de colores en alemán. El título del álbum descubre su propósito con este trabajo, que es en realidad, la ausencia de cualquier propósito, “lo que escuchas (es lo que escuchas)”, y ya está. Para ello, se vale de la repetición casi infinita de sonidos manipulados, de figuras musicales elípticas, creando sonidos que parecen dar vueltas sobre sí mismos, boomerangs que pasan cerca pero que nunca vuelven al lugar desde donde son lanzados… Brinkmann parece soltar su imaginería musical, creando un efecto hipnótico, dejando al oyente sorprenderse ante los sonidos que crea y que no se espera, de forma que así reaccione emocionalmente ante cada momento del disco. En “Agent Orange”, por ejemplo, parece que se enchufan los aspersores de todo el campo, y hasta notas la sensación de frescor. En “Antimongelb” pareces dar una vuelta por el espacio en una gran nave espacial. En definitiva, una música para producir emociones y reacciones en el oyente que quiera adentrarse en los confines de esta conmovedora colección de estimulantes sensoriales.
Este es el disco que jamás sonará en la radio! Y no porque el estilo se demarque del pop, sino porque lo que nos encontramos aquí es un torbellino de ruido sin melodías de 36 minutos, tan sólo interrumpido porque a los vinilos hay que cambiarlos de cara para escucharlos enteros. Además de un infernal ruido al que le vas cogiendo cariño con cada nueva escucha, también se distinguen interferencias, drones, distorsión, feedback y sonidos cacofónicos envolventes, que producen en conjunto una densa capa azotada por una tormenta sónica, que te arrastra sin remedio hacia un dulce caos, directamente hacia el apocalipsis, sin ninguna salida posible. Sin rítmica imaginable, la violencia y la experimentación acrecientan el desastre. Tan sólo en un segundo plano se vislumbra un conmovedor drone que ayuda a mantener un trance que hará que no puedas quitar fácilmente el disco si es que no lo has hecho ya en los primeros segundos. Una obra notable de uno de los autores más singulares de nuestro tiempo, en uno de los sellos más serios en su género. El título conduce al chiste fácil, a esa sensación placentera de liberación que se obtiene una vez el disco deja de sonar. Esto es ruido, y lo demás son tonterías!
En realidad no es un disco de 2011, pero sí lo es su publicación en doble vinilo, pues la versión original apareció hace unos años como segundo disco de la edición japonesa en Daymare Recordings del segundo álbum de SUNN O))), ‘ØØ Void’. Greg Anderson y Stephen O’Malley enviaron los másters a NURSE WITH WOUND para que Steven Stapleton y Colin Potter los pasaran por su trituradora, y aumentaran el tono tétrico aún más si cabe de las composiciones de SUNN O))), para convertirlas en una verdadera fábrica de pesadillas, un viaje espeluznante y aterrador a través de las tinieblas. Un disco con sólo 4 canciones, de extensa duración, ya que aparecen una por cada cara de los dos vinilos, pero menudas cuatro canciones, y es que son más bien la banda sonora de un viaje terrorífico y desapacible, lleno de drones funerarios que penetran hasta las profundidades más turbias y oscuras. Un álbum estremecedor y espectacular, capaz de provocarte emociones que te invitan a dejarte llevar.
Mis favoritas:
1. Ra at dawn Part One {Rapture, at last}.
2
– Systolic Blood Pressure, SBP viagra pill Absolute bioavailability is about 40% due to the first-pass metabolism (not due to incomplete absorption)..
. Ra at dawn Part Two {Numbed by her light}.
3. Dysnystaxis {… a chance meeting with Somnus}.