Alan Parsons ofreció un memorable concierto en la Plaza de Toros de Murcia el pasado 20 de Junio, dentro del ciclo Murcia On, organizado por Ibolele Producciones. El recinto registró un aforo casi completo, con una amplia multitud de seguidores del dúo que Alan Parsons tuvo en su momento con Eric Woolfson. La media de edad no bajaba de 50. Fue un concierto lleno de nostalgia para los que escuchábamos y vibrábamos hace unas décadas con la música progresiva y sinfónica de THE ALAN PARSONS PROJECT, de los que se han publicado nuevas ediciones remasterizadas de algunos de sus álbumes más importantes. De hecho, esta gira se llamaba ‘Eye in the sky’, álbum publicado en 1982 y que iba a presentar en 2022 por nuestro país por su 40º aniversario, pero que por problemas médicos tuvo que cancelar, y que ahora retoma con cinco fechas en España, entre las que se incluye Murcia.
Alan Parsons salió a escena con la ayuda de un bastón, y es que recordemos que el artista, que tuvo el honor y el privilegio de trabajar como ingeniero de sonido en la grabación de discos de THE BEATLES y PINK FLOYD, tiene ya 76 años. Se colocó en una posición discreta en el escenario, atrás, sobre una pequeña tarima, desde la que cantaba, tocaba la guitarra o los teclados. Le acompañaba una banda compuesta por P.J. Olsson (voz), Tom Brooks (teclados), Guy Erez (bajo), Jeff Kollman (guitarra y voz), Danny Thompson (batería), Todd Cooper (saxo y voz) y Dan Tracey (guitarra y voz).
En el repertorio hizo un repaso a toda su discografía, y es que interpretó temas de todos y cada uno de sus discos, como “Standing on higher ground”, con la que comenzaron, u otros gloriosos hits como “Don’t answer me”, “Psychobabble”, “Time”, “La Sagrada Familia”, “Prime time”, “Sirius” o “Eye in the sky”, con la que terminaron un concierto vibrante, antes de pasar a un par de obligados y aclamados bises, con “(The system of) Doctor Tarr and Professor Fether” y “Games people play”, canciones para las que el público ya se había puesto en pie a bailar. Fue toda una sorpresa que incluyeran en el repertorio “Let’s talk about me”, una de mis canciones favoritas, que no suelen llevar en directo, pero que al ser número 1 en España en 1985, la añadieron al setlist de la gira española. Otro de los temas, “Day after day”, la presentó como una de sus canciones preferidas, cantándola el propio Parsons.
Hubo un momento que de la emoción se quedaron congeladas la imagen proyectada en las pantallas gigantes por lo que tuvieron que reiniciar el sistema, aunque ellos seguían tocando, haciendo disfrutar a un público fiel que había venido hasta con vinilos del grupo para intentar que luego, supongo que sin éxito, se los firmaran. Al final de “Prime time” fue el turno del exhibicionismo de los componentes de la banda, primero del guitarra, luego del teclista,… ese momento en el que los músicos empiezan a hacer solos para lucirse musicalmente, y eso es algo que detesto, con esas poses rockeras, demostrando que son muy buenos en su instrumento, momentos pero que para mí, sobran. De hecho, los músicos eran de ese palo, todos excelentes instrumentistas, nadie lo duda, pero con esas actitudes aburridas que echan para atrás. Tampoco era necesario que Alan se pasara gran parte del concierto presentando a los músicos al final de cada tema, y es que lo importante deberían ser las propias canciones y el legado que ellas han dejado. Aún así, fue emocionante escuchar joyas musicales que escuchaba una y otra vez en mi adolescencia, si bien, la puesta en directo, salvo el sonido, tampoco fue para tirar cohetes.
A destacar: poder ver y escuchar en directo, 40 años después, canciones míticas como “Standing on higher ground”, “Prime time”, “Sirius”, “Eye in the sky”, etc…