Aunque había alarma amarilla en la Región ese día, al final me decidí ir a ver a estos dos astros del pop pluscuamperfecto, PARADE y NACHO CASADO, con motivo del maravilloso LP que habían sacado juntos. El concierto fue sobre el escenario del Teatro Romea, pero al revés, con el patio de butacas de fondo, por lo que la imagen era espectacular. Ahí estaban Antonio Galváñ (PARADE), sentado a su teclado, acompañado del ilicitano Nacho Casado (LA FAMILIA DEL ÁRBOL), de pie tocando su guitarra española. Comenzaron tocando el disco en orden, primero “Siete noches a la semana”, seguida de “El lindo amor”, cada uno presentando la historia de cada una de sus canciones. Se saltaron “Nueva York, Tokio y Brasil”, que la dejaron para más tarde. Luego vino “Cousteau”, “Primero”, “Todo el peso del mundo”, y la única versión que hacen en el disco, “Mañana mismo”, esto es, la adaptación al castellano que hacen del “Tomorrow morning” de THE BLUE NILE. Enseguida era el turno de cada artista en solitario. Primero fue PARADE, presentando tres canciones que tal y nos comentaba Antonio, iban todas en Sol: “Metaluna” (con guiño final al “Nunca conocí a Liberace” de INTRONAUTAS), seguida de “Construye a tus amigos” y “Autopistas elevadas”. A continuación, un par de temas más juntos, “Clon rezagado”, de Antonio, seguida de “Edén”, una canción bossanova de Nacho, que era su turno de quedarse solo en el escenario. Se defendió contando divertidas historias de cuando estuvo en Coimbra y le invitaron a conocer la música portuguesa. Se atrevió entonces con un tema en portugués, seguido de una habanera cubana para luego viajar musicalmente hasta Brasil, interpretando una versión del “Manha de carnaval” de Luiz Bonfá, con el que Antonio Parade se recincorporó al escenario. Ahí llegó el momento cumbre del concierto, cuando Nacho pidió a los técnicos que mutearan el sonido de su guitarra y su voz, y entonces ambos recuperaron del disco “Nueva York, Tokio y Brasil”, tocándola “a pelo” entre el público, que en esos momentos estaba emocionado al disfrutar de tan bello espectáculo. Sin amplificación alguna, se oía la guitarra y las celestiales armonías vocales de Nacho y Antonio, regalándonos el momento más bonito de todo el concierto.
Y ya para terminar, pusieron la guinda con una excelente versión del “Perlas ensangrentadas” de ALASKA Y DINARAMA.
A destacar: cuando sin amplificación de ningún tipo, ambos tocaron “Nueva York, Tokio y Brasil, moviéndose entre el público. Una maravilla!