Tercer álbum de este geniecillo de la Costa Oeste californiana, un tipo que ha sido descrito por el popular portal Pitchfork como “El maestro de las micro-canciones”, y es que sus composiciones apenas duran minuto y poco, por lo que este álbum, con diez canciones, se despacha en menos de un cuarto de hora; pero ojo, que es su álbum más largo hasta la fecha, ya que los dos primeros rondaban los 10 minutos. Poco importa (o sí) la duración de las canciones cuando la calidad es tan deslumbrante, y es que son temas de pop de guitarras geniales, de corte clásico, con bonitas estrofas y estribillos, y con una envidiable inspiración, aunque por culpa de la duración parecen temas abandonados a mitad, dejándote siempre con ganas de más, si bien incluyen todos los ingredientes básicos: baterías, bajo, guitarras, teclados y preciosas armonías vocales. Son como experimentos breves o miniaturas de canciones que se mueven entre el folk acústico y el power-pop, sonando a nombres de la talla de THE BYRDS, THE BEACH BOYS, THE BEATLES o SIMON AND GARFUNKEL.
Mis favoritas:
1. Nothing I can say.
2. Jasper’s theme.
3. Now that she’s gone.