Tercer álbum de esta artista de Brooklyn que sabe como nadie construir atmósferas hipnóticas y angelicales a través de capas de voces celestiales. Nueve canciones que dan comienzo con “St. Apolonia”, a base de voces y arreglos de cuerda, con sonidos urbanos de fondo, y es que esa canción fue grabada bajo el paso subterráneo de un tren en Lisboa. De hecho, el disco ha sido grabado en tres localizaciones distintas: Lisboa, una casa abandonada en Nueva York y la fábrica de Moog en Asheville (Carolina del Norte). Los arreglos de cuerdas están presentes a lo largo de todo el disco, al igual que los pianos, sintetizadores y las polifonías vocales, ingredientes fundamentales de su música. Si su anterior disco, ‘Nepenthe’ (Dead Oceans, 2013), lo grabó en Islandia junto al productor y novio de Jónsi (SIGUR RÓS), Alex Somers, éste se lo ha producido ella misma. El álbum está poblado de tonos oscuros, y es que Julianna afirma que durante la grabación de este álbum “hubo momentos de aislamiento y corrientes oscuras”, atmósferas fantasmagóricas que asemejan mucho su propuesta con la de GROUPER.

Mis favoritas:

1. Nebula.
2. Wist.
3. Someway.