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Quince años cumplía el Primavera Sound en 2015, un festival que nació con el cambio de milenio, y que ha ido creciendo a pasos agigantados año tras año, crecimiento que no resulta cómodo sin embargo en todos los sentidos, y es que por ejemplo, muchos conciertos son difíciles de ver porque determinados escenarios se quedan pequeños ante la excesiva afluencia de público.

No voy a insistir de nuevo en el famoso tema de que los medios de prensa tienen que pagar 50 euros por la acreditación, acreditación sin embargo que no dan a todo el mundo. Y es que de hecho, ya se han olvidado de un fanzine como éste que ha apoyado incondicionalmente al festival desde sus comienzos, y que sigue haciéndolo. El Primavera Sound se mueve entre cifras desorbitadas de todo tipo, pero pierde mucho calor humano y encanto del que se disfrutaba en las primeras ediciones.

El cartel no es mejor que el de otras ediciones, aunque siempre hay perlas que me hacen ir todos los años. Llego a contar hasta once escenarios funcionando al mismo tiempo, lo cuál es una locura que hace perderte a grupos que a priori quieres ver, pero que luego coinciden en la misma franja horaria, por lo que el planteamiento este año fue diferente: ver y disfrutar conciertos enteros, así que paso a contar mi Primavera Sound 2015…

Jueves, 28 de Mayo de 2015.

Después de una larguísima cola que hacía varios zigzags para conseguir la pulsera, me perdí a PERRO, OCELLOT y CHILDHOOD, entre otros, pero llegué a tiempo de TWERPS.

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TWERPS. A este grupo australiano les descubrí unos días antes con su nuevo disco, ‘Range anxiety’ (Merge, 2015), donde destilan un kiwi-pop con pinceladas de la mejor música de los ‘60, y con gran sensibilidad para fabricar preciosas melodías. Son un grupo que dan buen rollo en directo, con magníficas canciones para llenarte de la energía necesaria para el resto de la jornada. Unos temas los canta Marty, y otras Jules McFarlane, pero bonitas quedaban ambas voces en todo caso, canciones pop de estrofa y estribillo, de 3 minutos, con bonitos arreglos de teclados o de guitarra… Cuando llevaban media hora preguntaron cuánto tiempo les quedaba, por si tenían que tocar más.

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Twerps

 

CHEATAHS. Me los pido en disco, y es que en directo fueron un pelín decepción, demostrando más músculo que atmósferas shoegaze.

Cheatahs

Cheatahs

 

VIET CONG. Me los aconsejó mi amigo Yagüe, que los había visto la noche anterior en la Sala Apolo. Resultan más cafres y auténticos que CHEATAHS, y poco a poco parecía envolverte su música: voces rotas, guitarras llenas de reverbs muy cortas, y baterías primitivas. Cierto es que fueron de menos a más, terminando con una apisonadora de tema de kraut-math-punk-post-prog-rock de más de diez minutos, que fue lo mejorcito del concierto.

Viet Cong

Viet Cong

 

THE THURSTON MOORE BAND. De camino a THE REPLACEMENTS, uno de esos grupos míticos que apenas tocan y que hay que ver alguna vez en la vida, pasé por el escenario Atp a ver a la nueva banda de Thurston Moore, de SONIC YOUTH. Ahí estaba tocando el bajo Debbie Googe, de MY BLOODY VALENTINE o PRIMAL SCREAM.

The Thurston Moore Band

The Thurston Moore Band

 

THE REPLACEMENTS. La banda liderada por Paul Westerberg nos ofrecieron un set vibrante lleno de rock’n’roll de estrofas y estribillos, con esencia punk y acabado de indie-rock noventero.

The Replacements

The Replacements

 

MIKAL CRONIN. Gran concierto el que dio el californiano en un escenario abarrotado de público fan del pop intenso que sonaba a un cruce entre unos TEENAGE FANCLUB punkis y THE STONE ROSES, britpop desde la Costa Oeste.

Mikal Cronin

Mikal Cronin

 

SPIRITUALIZED. Uno de los mejores conciertos del festival, sin duda, y es que la banda de Jason Pierce, con una gran puesta en escena, sonaban envolventes e intensos a la vez. Se pudieron escuchar temas como ‘She kissed me (it felt like a hit)”, “Shine a light”, “Soul on fire”,… y hasta una versión del “Walkin’ with Jesus” de SPACEMEN 3. Impresionantes, de lo mejor del jueves.

Spiritualized

Spiritualized

 

LOS PUNSETES. Fantásticos, como de costumbre, alternando hits de su nuevo trabajo con otras célebres canciones de discos anteriores, y con una inmóvil (como siempre) Ariadna, ofreciendo ese interesante contrapunto a una banda llena de energía y actitud.

Los Punsetes

Los Punsetes

 

SUNN O))). Oscuros, satánicos, suspendidos en un infierno de constante feedback entre sus guitarras y unas torres de amplificadores que escupían de vuelta esos sonidos producidos por el mismísimo diablo. Stephen O’Malley y Greg Anderson nos sumieron en una misa negra e hipnótica con la ayuda en las tareas vocales de Attila Cshihar (MAYHEM). Parece que sólo tocaron una canción de más de una hora y es que unieron todo su repertorio dándole el aspecto de un único zumbido continuo e interminable, a base de ondas que esparcían con maestría y ocultismo por todo el Primavera Sound… Zumbidos llenos de reverb y voces al revés que parecen encerrar algún mensaje del más allá, en un escenario solamente iluminado por luces rojas y una densa capa de humo, que parecía la antesala del mismísimo infierno, el rugido del diablo sin contemplaciones… con solo dos guitarras, un moog y la voz de Attila como ingredientes…  voces extraídas de un exorcismo… Y ya en los minutos finales el vocalista de MAYHEM se quita la única túnica con la que todos iban uniformados para mostrar al diablo con una capa de cristales y una corona de pinchos en la cabeza,  para dictar el testamento final entre una nube de retroalimentación eléctrica. Impresionante! Tras ellos, ya fui deambulando de escenario en escenario, sin detenerme demasiado en ninguno de ellos, desde Gui Boratto a THE SUICIDE OF WESTERN CULTURE, pasando por Andrew Weatherall.

Sunn O)))

Sunn O)))

 

Gui Boratto

Gui Boratto

 

The Suicide Of Western Culture

The Suicide Of Western Culture