
The Yellow Melodies
Andaba toda la semana medio acatarrado hasta que ese mismo día sucedió lo que menos me esperaba: me levanté totalmente afónico. Los nervios afloraban, pero no podía anular ese concierto. Las horas fueron pasando y mi voz no mejoraba. En la prueba de sonido ni me salía la voz del cuerpo, pero aún tenía confianza ciega en mi recuperación, recuperación que pasaba por inyectarme urbasón como en unas ediciones anteriores de Microsonidos hubo que pincharle también a Emma Pollock para que recuperara una voz que no tenía. Y así fue, tras la prueba fui a casa de mi amigo enfermero Yagüe, que hacía ese fin de semana de road-manager de THE TAMBORINES. Y me metió en el cuerpo 40mg de Urbasón. Fuimos a cenar al chino de siempre. Y ahí cayó casi una botella de vino, para que al menos perdiera los nervios y que fuera lo que Dios quisiese. Y comenzaba la hora de nuestra actuación, y la voz asomaba de lejos, pero seguía sin salir. El grupo entero me miraba con cara extraña, como aguardando a que yo anulara el concierto, pero me seguía resistiendo a ello, y conforme iban pasando las canciones, iba surgiendo la voz de ninguna parte, o de un derroche brutal de actitud, ilusión y entusiasmo. Y es que para esta noche nos habíamos guardado una sorpresa, y no precisamente negativa como la falta de voz, sino la suma de una guitarra a cargo de Pepe Moreno, nuestro ingeniero de sonido con el que grabamos (casi) todo nuestro material. Estrenamos versión del “Ashes to ashes” de DAVID BOWIE incluso. THE TAMBORINES y MEQUETREFE andaban en las primeras filas atentos a nuestro concierto, todo un lujo! Y finalmente la cosa salió aceptable, a pesar de todas las inconveniencias vocales. Luego los gallegos MEQUETREFE resultaron interesantes, con batería electrónica, samplers, y voces procesadas, combinando las diversas influencias y esa riqueza musical que atesoran, para pasar finalmente a THE TAMBORINES, que volvían a repetir en Microsonidos un año después, ahora en formación de trío con bajista nuevo. Sus canciones sonaban ruidosas e intensas, pasadas de decibelios, y tocaron un montón nuevas. Para acabar la noche, que coincidía con el aniversario de la sala, Dj Amable a los platos, y más tarde Los Miami Djs.
A destacar: ese derroche de actitud que protagonizamos THE YELLOW MELODIES, creciéndonos ante las adversidades, y contando con la colaboración a las guitarras de Pepe Moreno.