Tras DEAF CENTER se esconden dos noruegos, Otto Totland y Erik Skodvin, que nos transportan con su música a mundos encantados a través de oscuros paisajes ambientales y luminosas piezas de toque clásico y belleza extrema, construídos a base de instrumentos reales como cellos y pianos, pero con la utilización del drone como bastión principal de su apuesta musical, capaz de trasladarte a universos ficticios sobrecogedores. El disco fue grabado en un fin de semana en el estudio que el pianista Nils Frahm tiene en Berlín.
Mis favoritas:
1. Close forever watching.
2. The day I would never have.
3. New beginning (tidal darkness).