La pronunciación de su propio nombre da pistas sobre la dualidad que encierra este grupo de Nueva York: por un lado la violencia, por el otro la sutileza y agudeza del instrumento musical. Atmósferas claroscuras de pop-rock, sintetizadores psicodélicos con ecos de los ‘80 bien digeridos, en definitiva, un collage de sonidos de otra década, una invitación a un banquete musical donde se pueden degustar los sabores de bandas como ECHO & THE BUNNYMEN, SIMPLE MINDS,… y hasta los primeros U2. Bajos punzantes, guitarras escurridizas que recuerdan a las de Johnny Marr con THE SMITHS en ciertos momentos… Un buen disco para todos los amantes de los sonidos de los ochenta pasados por una trituradora psicodélica.
Mis favoritas:
1. The dawn of your hapiness is rising.
2. Violent sensation descends.
3. It couldn’t be perceived.