Este cuarto álbum del ex-PULP Richard Hawley comienza de forma apoteósica y extremedamante bella con una extraordinaria orquestación a base de cuerdas, con cierto espíritu navideño y un alma de crooner, al estilo Sinatra y otros grandes de la torch music
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. El álbum fue grabado en su Sheffield natal, y las once canciones que contiene este álbum son elegantes y estremecedoras composiciones de pop con reminiscencias de los años 50 y 60, canciones llenas de nostalgia, y lujosamente arregladas con ampulosos arreglos que embellecen las melodías hasta la extenuación. El esplendor orquestal que reina en todas y cada una de las piezas que forman parte de este álbum lo convierten en un disco imprescindible, de una belleza sublime y conmovedora. Al ambiente orquestal se le añaden guitarras cristalinas llenas de trémolos y reverbs que junto con la voz grave y profunda de Richard, arrancan multitud de emociones, favoreciendo la intimidad de las propias canciones. La portada muestra al señor Hawley con un ramo de flores, esperando a su cita en “Coles corner”, un lugar de Sheffield que indudablemente se habrá convertido, tras este disco, en un punto de encuentro para enamorados y románticos. Un disco emocionante y sorprendente, de los que más me han impactado en los últimos tiempos.
Mis favoritas:
1. Born under a bad sign.
2. Coles corner.
3. The ocean.