Era también la primera vez que visitábamos este festival, que al igual que La Mar de Músicas, desarrolla todo su calendario de conciertos a lo largo del mes de Julio, en el Parque Almansa de San Javier (Murcia), y al igual que hicimos en el otro festival, nos centramos en la parte más acorde con la línea estilística de este fanzine, que no es otra que el pop, esas buenas canciones que se han hecho desde hace décadas, y por esa razón, no dudamos en ir cuando nos enteramos que en el cartel de esta edición había dos grandes estrellas, una era GEORGIE FAME acompañado de los BLUE FLAMES, y otra, el mítico ERIC BURDON con los ANIMALS. Seguro que hubo otros conciertos interesantes a lo largo del mes, pero no se puede ir a todo.
GEORGIE FAME & THE BLUE FLAMES.
Sábado, 23 de Julio de 2005
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. Auditorio Parque Almansa (San Javier – Murcia).

Georgie Fame
Los teloneros eran un grupo de jazz al uso, FABIO MIANO SEPTETO, o sea, uno de esos aburridos conjuntos formados por instrumentistas virtuosos, que hacen solos increíbles que desatan los aplausos del público, pero que para los no entendidos resultan un tremendo coñazo, y transforman la dimensión temporal en algo eterno. Muy bonito como hilo musical en un café o como banda sonora de película de Woody Allen. Podría un día escribir sobre lo cansinos e insufribles que se me hacen los conciertos de jazz clásico, pero me voy a centrar en el concierto de la noche, o sea, en ese icono de muchos mods, y respetado maestro del rhythm & blues, el legendario GEORGIE FAME, que venía con sus BLUE FLAMES, ofreciéndonos un buen montón de clásicos atemporales, entre los que no podía faltar lógicamente el “Yeh yeh”, su tema más conocido. Era maravilloso quedarse hipnotizado ante el sonido del hammond B-3 de manos de uno sus máximos exponentes, y comprobar asimismo que sigue conservando esa gran voz que siempre ha tenido. No hace falta decir que los mods no faltaron esa noche.
ERIC BURDON & THE ANIMALS.
Domingo, 24 de Julio de 2005. Auditorio Parque Almansa (San Javier – Murcia).

The Animals
Los teloneros eran ALBERTO CONDE TRIO, más jazz clásico para entendidos, que al menos tuvieron la decencia de ser más breves que los teloneros del día anterior, para dar paso a quién todos allí habíamos ido a ver, uno de esos dinosaurios de los 60 que aún pululan por nuestros días, el ‘querídisimo ERIC BURDON’ (como dirían BURNING) al frente de los míticos ANIMALS, si bien los que venían aquí no eran los miembros originales, sino más bien una evolución de la formación más moderna que acompañaba a Burdon, THE NEW ANIMALS. Nos quedamos impresionados ante la gran voz que aún conserva el tipo, que debe rondar los 60 años, pero que salió totalmente entregado al escenario, acercándose a dar la mano incluso a todos los fans que había en primera fila, sentándose en una silla (incluso subiéndose a ella en algunos momentos!) en los temas más lentos, en definitiva, parecía hecho un chaval el de Newcastle, a pesar de la barriguita que confirma que los años no pasan en balde ni para los rockeros. Salió al escenario con ropa negra, gafas negras y ese pelo blanco que le otorga aún más aire de leyenda viva. Y enseguida empezó a interpretar uno tras otro los grandes éxitos de su carrera, no faltando lógicamente, “The house of the rising sun”, que eso sí, se lo dejó para los bises, y encima con una versión más rockera de lo esperado; ni el “Don’t let me be misunderstood”, en clave más reggae; también sonaron “Boom boom”, “Sky pilot”, “I’m crying”, “It’s my life”, “We gotta get out of this place”, “When I was young”, “Tobacco road”, “Factory girl”, “Once upon a time”, “Over the border”, etc… y es que los músicos que le acompañaban son unos animales en directo, como el teclista Martin Gerschwitz, que con su melena parecía rescatado de BON JOVI, EUROPE o de uno de esos grupos glam-rock de los 80, y que aporreaba el hammond sin piedad, a la vez que en otros temas tocaba con delicadeza el violín; Dean Restum, el guitarra, era el más rockero, dando muestra de ello con su forma de tocar; y el más animal de todos era el batería, Bernard Pershey, que se marcó un impresionante solo con filigranas circenses incluídas que dejó boquiabierto a todo el auditorio. La tónica general del concierto fue bastante potente y eléctrica, con algunas incursiones más emocionantes, como esos comienzos medio hablados en plan Jim Morrison, que alternaba con aquellos otros momentos más intensos en los que descorchaba con su desgarrada voz viejos éxitos del pasado, si bien también interpretó algunos de los temas de su último disco, bien flanqueado en todo momento por ese torbellino rockero que eran los ANIMALS. Un concierto que maravilló a todos los aficionados al rock de los años 60 y a todos los amantes de la música en general.