THE MOCKERS suenan más brillantes que nunca en este su tercer álbum, donde se percibe con claridad el amplio y exquisito espectro de influencias musicales del que gozan Seth y compañía, yendo más allá de las clásicas pautas del power-pop melódico, absorbiendo a la perfección esa luminosidad característica de la Costa Oeste (aunque ellos son de Virginia), esas ricas armonías deudoras del sonido de THE BEACH BOYS y THE BYRDS o de otros más contemporáneos como ASTRID o TEENAGE FANCLUB (“You can call me” es puro Blake y compañía). También recrean de manera excelente el pop británico de los 80 (“Straight in the eyes” nos recuerda a THE HOUSEMARTINS), aunque se nota que también son fans de lo que se cocinaba en aquella época por aquí, y ese amor por la Nueva Ola, del que ya dieron pistas con esa magnífica versión del “Déjame” de LOS SECRETOS, y ahora lo confirman con una ácida crítica a la gestión de George Bush al frente del gobierno de los EEUU, “The emperor strikes out”, que se acopla sobre la melodía de “El imperio contraataca” de LOS NIKIS. El sonido de las guitarras de “(Stuck in) New York in the summertime” me recuerda a esos arpegios maravillosos de MIRAFIORI, aunque coloreando una melodía con aire country. El disco está repleto de buenas canciones, con referencias constantes a nuestras playas y a la noche madrileña, y es que Seth es un enamorado de nuestro país, qué duda cabe, jugando a hacerse pasar por alguien de aquí, como en la letra del primer sencillo, “Mola, guay, ok”, una canción que ya nos presentaban en directo en su anterior gira. Un disco donde las canciones entran a la primera, pero tienen algo que no cansan a la segunda. El álbum termina con “A girl I’ve never met”, una pieza basada en un piano. El formato digipak en el que viene incluye un libreto con las letras en inglés y en castellano. Y también incluyen el vídeo-clip de “The emperor strikes out”… Un álbum completo, maduro y lleno de entusiasmo.
Mis favoritas:
1. You can call me.
2. (Stuck in) New York in the summertime.
3. Something new.