Me enteré esa misma semana que GASCA venían a Madrid a tocar y a presentar canciones nuevas, y tenía curiosidad por ver cómo sonaban, pero no había mucha más gente en toda Madrid con esa curiosidad, ya que no sé por qué, pero la sala estaba completamente vacía: se podían contar sólo 10 personas de público, y casi todos habían venido con ellos. Un ambiente triste para un grupo que sigue haciendo magníficas canciones y que conserva un interesante sentido del humor (impagable la camiseta de Carlos donde se podía leer “Yudas Priss”), y ahora con Frank sumándose también a las voces, descargando un poco el peso vocal de Carlos. Pues eso, que nuevas canciones de un grupo que había sufrido algún que otro cambio de formación, y en un ambiente muy familiar, como si estuvieras en uno de sus ensayos.