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FOXYGEN vuelven con nuevo álbum, el cuarto, y tras la decepción y el aburrimiento que me produjo el anterior, ‘…And star power’ (Jagjaguwar, 2014), me aventuré a su escucha con cierto recelo, aunque finalmente me sorprendió para bien, rindiéndome ante sus innumerables encantos, y es que me parece un álbum realmente deslumbrante. Es un disco corto, 32 minutos y 8 temas, pero deliciosamente intenso. Está lleno de referencias musicales, que empiezan a asomarse desde el primer segundo. “Follow the leader” abre el álbum: un hit de soul-funk setentero de irresistible estribillo que recuerda al “I saw the light” de Todd Rundgren

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. Pero no acaban ahí las referencias setenteras, y es que en el disco hay también mucho de David Bowie y de ABBA, entre otros. De hecho, el estribillo del corte que le sigue, “Avalon”, evoca sin querer al “Waterloo” del famoso grupo sueco. Y sus estrofas, por qué no, podrían recordarnos a los mejores QUEEN. Un tema adornado con innumerables detalles sonoros, desde pianos hasta fantásticos arreglos de percusión, cuerdas y metales. Y no solo éste, sino que todo el álbum está plagado de maravillosos arreglos orquestales que brillan con luz propia, y que le dan una dimensión apasionante, debiendo catalogar este disco más propiamente como una joya de pop sinfónico con tintes cabareteros o incluso como una auténtica ópera-rock, con un derroche de sonidos y de referencias que, al contrario de lo que uno pueda pensar, se agradecen sobremanera. De estos impresionantes arreglos orquestales se ha encargado Trey Pollard, con otros adicionales a cargo de Matthew E. White. Siguiendo con el disco, “Mrs. Adams” comienza en plan Bowie. Y es que los registros vocales de Sam France se amoldan perfectamente al tejido de cada canción. “America” parece un villancico vestido con excepcionales adornos orquestales y que parece cantado por un crooner mezcla entre Frank Sinatra, Rufus Wainwright y Leonard Cohen. Es el tema más largo del disco, el más barroco y orquestado, una auténtica y estremecedora apoteosis de ópera-rock de aspecto teatral que pone los pelos de punta. “On Lankershim” es una mezcla entre THE BYRDS y los FLEETWOOD MAC del ‘Rumours’. A pesar de todo esto, no podemos tachar a Sam France y Jonathan Rado de revivalistas, sino que actualizan todas estas influencias, dándole un aire fresco y actual, con unos arreglos sencillamente espectaculares. En “Upon a hill”, el tema más corto del disco, de poco más de minuto y medio, vuelve a salir la voz de crooner de Sam France, coloreada por esa orquesta de lujo, y con un ambiente cabaretero digno de mención. En “Trauma”, FOXYGEN giran hacia el “croonerismo” extremo y el clasicismo de Scott Walker, un tema que empieza más lento pero que termina con un crescendo orquestal en plan épico y que pone la piel de gallina. Y ya acaba el disco con “Rise up”, una canción en la que Sam France se pone en la piel de Neil Hannon, y es que si alguien me dice que se trata del nuevo single de THE DIVINE COMEDY, me lo creo sin duda alguna. Y no exagero. Y es que este ‘Hang’ es, en definitiva, una pequeña obra maestra de nuestro tiempo, un disco que seguro figurará muy arriba en las listas de lo mejor del año. Un disco brutal.

Mis favoritas:

1. Avalon.
2. Trauma.
3. America.