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El undécimo álbum de estudio de THE DIVINE COMEDY, esto es, de Neil Hannon y su legión de colaboradores, se ha hecho bastante de rogar, y es que han pasado seis años desde aquel magnífico ‘Bang goes the knighthood’ (Divine Comedy, 2010)

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. Podemos afirmar que ‘Foreverland’ es un disco más en su discografía, pero lejos de sonar anodino este término, más bien estamos ante todo lo contrario, y es que Mr Hannon no necesita reinventarse para agradar. Es de los pocos afortunados que podría hacer siempre el mismo disco y nunca aburriría. Melodías ensoñadoras con ciertos toques de melancolía y nostalgia, aderezadas con sublimes arreglos orquestales, desde mágicas cuerdas hasta maravillosos vientos, sumergiéndonos en un fantástico mundo lleno de sorpresas, luz y color. Son doce canciones de un talento y una inspiración fascinantes, a la altura de los mejores momentos de su carrera. El álbum goza de un marcado componente cinematográfico gracias a los extraordinarios arreglos, que ponen la piel de gallina. En él, se escuchan ecos del mejor Paul McCartney, Burt Bacharach, Jacques Brel, Brian Wilson, Scott Walker y David Bowie, pero siempre con la personalidad abrumadora del norirlandés. Un disco elegante y barroco donde los haya, lleno de romanticismo y colorido. No hay un segundo de relleno a lo largo de los casi cuarenta y dos minutos que dura esta obra de arte. Una docena de joyas de incalculable valor emocional, pluscuamperfectos himnos pop que te harán vibrar desde la primera canción, un “Napoleon complex” en la que ironiza sobre su propia estatura. Y es que vuelve a utilizar la metáfora como arma literaria principal, así títulos como ‘Catherine The Great’ no tienen nada que ver con la emperatriz rusa, sino que va dedicada a su novia, Cathy Davey, que canta con él en “Funny peculiar”. Un disco majestuoso y espectacular, conmovedor como pocos, de esos en los que descubres detalles nuevos a cada escucha, además de lo agradable que resulta siempre que le das al Play o pones la aguja en el surco del vinilo. La versión ‘deluxe’ lleva un CD adicional con material inédito, las canciones de la ópera para orquesta de cámara ‘In May’, que compuso junto a su amigo Frank Alva Buecheler, basada en la relación entre un joven enfermo y su padre ausente a través de una serie de cartas, diecinueve cortes extra en los que la prodigiosa voz de Neil Hannon se hace acompañar de un quinteto de cuerda y piano.

Mis favoritas:

1. Catherine The Great.
2. Foreverland.
3. The pact.