Segundo trabajo del dúo madrileño compuesto por Carlos Ynduráin (PORTONOVO) y Matilde Tresca, que ahora se acompañan de David Talbaila (ORNAMENTO Y DELITO) a la batería y de Andrea Gasca a los teclados. Aquí nos encontramos con trece perlas de pop resplandeciente que no suman ni 25 minutos, pero que son, en definitiva, pequeñas y urgentísimas canciones de punk pop costumbrista e irreverente, con melodías redondas llenas de inspiración, con el encanto de las bandas del Donosti Sound o de grupos como THE MAGNETIC FIELDS. Las canciones están arregladas con gusto por trompetas tímidas (a cargo de Cristian Pallejà), bonitos detalles de pianos y pinceladas electrónicas. Un disco que los debería encumbrar a lo más alto del POP con mayúsculas, tanto en lo musical como en lo literario, y es que sus letras están llenas de talento y acierto, como pocos grupos de aquí nos tienen acostumbrados, con un humor ácido y con algunos dardos envenenados que retratan la sociedad pop. Las canciones siguen siendo cortas e intensas: explosiones entre la euforia y una especie de melancolía luminosa, con bonitos juegos de voces. El disco ha sido grabado en Barcelona con Cristian Pallejà (FRED I SON) y Ferrán Resines. Este álbum, que llega dos años y medio después de su debut, ‘Vidas ejemplares’ (Fikasound, 2011), supone la confirmación de LOS LAGOS DE HINAULT como uno de los grandes nombres del pop nacional actual.
Mis favoritas:
1. (María de) Mar Rojo.
2. Viajar no llega a ningún sitio.
3. Quemasangre.