Segundo álbum de la banda londinense liderada por Joe Walsh, que si bien concibió su debut como un proyecto personal, ahora ya ha contado con una banda a sus espaldas para dar a luz este ‘Nothing bad will ever happen’, que contiene 13 canciones de ambientaciones vintage que suenan a clásico indie-rock de los ‘90, con pinceladas garage y psicodelia lo-fi, a base de guitarras punzantes, órganos hipnóticos y voces en segundo plano llenas de reverberación, recordándonos al sonido de grupos como GUIDED BY VOICES o YO LA TENGO, entre otros… Las letras abordan la clásica temática intrascendente de drogas, chicas, etc… Un disco de esos que difícilmente entran a la primera.
Mis favoritas:
1. Darkness.
2. Picking up dust.
3. Sad shape.