
Raphael
No lleva telonero. No hace falta. Él mismo se hace de telonero al sobrepasar las 2 horas de concierto. No lleva banda. No hace falta. Tan sólo un pianista para apoyar su gran voz. Y es que el tiempo no pasa para el ruiseñor de Linares. Nunca le había visto en directo, y la última vez que vino a Murcia me pusieron los dientes largos, así que esta vez no podía faltar. Y cumplió las expectativas. Y las sobrepasó. Pensaba que nos podría aburrir con un repertorio plagado de rancheras y/o boleros, pero no, hubo gran parte del concierto extraído de su primera etapa, la etapa más pop: “Estuve enamorado”, “Mi gran noche”, “Todas las chicas me gustan”,… el concierto fue una sucesión de hits… éxitos que acompañaba con sus enormes dotes dramáticas y con esos bailes y movimientos tan personales que arrancaban carcajadas entre los asistentes y comentarios tipo: “vaya culito”, “tío bueno!”,… eso sí, las proyecciones sobre el fondo del escenario destacaban por todo lo contrario, aunque no importaba, porque el centro de atención es él, sus canciones y su personalidad arrolladora sobre el escenario, reuniendo a un auditorio que se llenó hasta los topes para la ocasión. La gente pedía bis tras bis, y no dejaban marcharse al artista, que tuvo que salir varias veces.
A destacar: Señoras que se ponían en pie tras cada canción, y que parecían tener sueños eróticos con Raphael.